lunes, 16 de abril de 2007

GIL MARTÍNEZ SOTO


Restaurador


Aunque no nacido en Soria se le considera soriano de adopción. Medalla de Oro al Trabajo por su dedicación. Creador de las Jornadas Ritogastronómicas en el Burgo de Osma

En tierras sorianas de Burgo de Osma, este emprendedor hostelero ha creado todo un complejo que constituye uno de los atractivos turísticos mas importantes de una zona cuya riqueza monumental, natural e histórica son elementos muy valiosos a considerar dentro del conjunto de la oferta de una comunidad tan rica en atractivos como es Castilla y León.


Pertenece Gil a una familia cuya dedicación a las distintas facetas de la hostelería y la restauración han permitido levantar un amplio conjunto de establecimientos y actividades que abarcan, desde el Hotel II Virrey, situado en pleno centro de la ciudad, a escasos metros de la plaza donde se concitan el ayuntamiento con el bello edificio que encierra la oficina de turismo local, hasta el conjunto de salones donde atiende todos los eventos destacados de la vida local mediante una perfecta sintonía de medios técnicos y personal perfectamente adiestrado para la atención al público.


Una de las ilusiones de Gil Martínez Soto fue, hace treinta años, poner en marcha la fiesta de la matanza y otras actividades culinarias de elevada categoría gastronómica lo que le ha valido numerosas condecoraciones, como la Medalla de Plata al Mérito Turístico, y la pertenencia a la mayor parte de las más destacadas asociaciones de profesionales de la restauración y la cocina.


Gil Martínez Soto comenzó a recopilar para el museo de Burgo de Osma lo que hoy es una colección de 11.000 'cochinadas'; reproducciones en cerámica, metal, piedra, sintético, tela, papel, cristal, mazapán... del gorrino. Un «trono» le habría puesto al animal si hubiera hecho falta, «por generoso» primero y «por símbolo de abundancia» después. ¿Por qué, si no, las huchas para meter los ahorros iban a tener su forma? China, además de inventar el cepillo a partir «del pelo que crece sobre la vértebra espinal del cerdo», tiene en un pedestal al mamífero que nos ocupa. Allí es sinónimo de honestidad, halago, tolerancia, iniciativa, diligencia... Por cierto, que estamos en el Año del Cerdo Dorado, según la tradición china, «el mejor para abrir negocios y tener hijos».

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